¿Cómo enseñar un gato a ser obediente?

¿Cómo enseñar un gato a ser obediente?

Si estás leyendo este post es casi seguro que vives, al menos, con un gato. O estás pensando en hacerlo. Y si tienes la experiencia previa de haber disfrutado de la compañía de uno o más perros, seguro te estás preguntando qué debes hacer para entrenar a tu gato.

No estamos hablando de trucos circenses como sentarse, tenderse, o rodar. Lo que probablemente necesites sea enseñarle a no subirse a la meseta de la cocina, o a la cama. Y a que deje en paz tus pantunflas o el cargador del cel.

Como seguro has comprobado, los gatos son extremadamente inteligentes. Aprenden enseguida el significado de muchas palabras, y saben desde pequeños cómo hacerte notar que tienen hambre, ganas de jugar, o deseos de dormir tranquilos.Con esto en mente, debes creer que es muy fácil enseñarle una o dos normas de conducta.

Pues déjame decirte que no es así.

Cuando educas a un perro partes de la idea de que a los chuchos les gusta complacer a los humanos.

Pero, a los mininos sólo les gusta ir a su bola y que todo marche según se les antoja. Como persona que vive con ocho gatos actualmente, y que ha tenido la dicha de vivir con más, te digo que no vas a adiestrar a tu gato para que haga lo que quieres.

Con los felinos se trata de encontrar un equilibrio entre lo que quieren hacer y lo que sabes que no pueden hacer porque implica un riesgo para ellos, o para la estabilidad del hogar.

Eso sí, el sistema de recompensa les encanta.

Un gato casi siempre viene cuando le ofreces una galletita o un snack. Pero no creas que están dispuestos a todo para conseguirlo. Los castigos, por otra parte, sólo los molestan. Debes haber sentido sus miradas desaprobatorias cuando intentas castigarlos o regañarlos por algo.En casa he intentado de todo, desde el atomizador de agua hasta la jarra de monedas. La primera vez se asustan un poco, luego aprenden a caminar sobre la meseta con los ojos cerrados mientras tu los salpicas, y comprenden que pueden ignorar el ruido de las monedas con su increíble oído selectivo.

Claro que no puedes permitir que hagan siempre lo que les parece. Una de mis gatas estuvo a punto de quedarse sin cola porque decidió subirse junto al fogón mientras les cocinaba su pescado. Te puedes imaginar el susto.

Ante situaciones de peligro real, te recomiendo que imites el sonido con el que se regañan entre ellos, y que asemeja un fffffff. El resto del tiempo, será mejor que comprendas que los gatos nunca dicen “esto no puedo hacerlo”. Ellos simplemente piensan: “esto no puedo hacerlo mientras el humano está mirando.”

Si has disfrutado leyendo nuestro blog te invitamos a compartirlo con tus amigos y en tus redes sociales.

Puedes visitar nuestra tienda y chequear nuestros diseños. También puedes invitarnos a un café o un buen té verde. La vida es mejor si la compartimos con otros. Recuerda sonreír y ser feliz en el proceso.

Deja un comentario

©esahora