El roble blanco anuncia la primavera
En Asia, la primavera llega cuando los cerezos se abren en flor. Pero en Cuba, esta certeza nos la da el roble blanco. Desde siempre me ha cautivado la explosión de flores semitransparentes que se marchitan al tocar la tierra. Así son de frágiles, viven plenamente en el viento.
A medida que se acerca el verano, la tierra se vuelve rosa. Y el color inunda la ciudad y los sentidos. Sensei Bárbara Kosen me dijo una vez: El trabajo de un Bodhisattva es hacerle comprender a los demás que ya estamos en el paraíso. El roble blanco ya ha florecido, solo queda dibujarlo, siempre el mismo, siempre cambiante y diferente. Majestuoso y en calma en su zazen interminable.
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